Chicca septiembre Lino y su esposa llevan una vida matrimonial pacífica y sin grandes dificultades. Ambos están satisfechos con su profesión: es el primer fichaje para el editor de deportes de El Mensajero y es profesora de Filología Medieval en la Universidad Gregoriana. La única decepción real que acompañó a los veinticinco años de su matrimonio es la falta de hijos,una carencia que no ha comprometido su unión, pero se ha fortalecido aún. Un problema inesperado, sin embargo, amenaza con socavar el equilibrio cargos Lino hace algún tiempo que los problemas de memoria se acentúan progresivamentecomprometida en un trabajo diario cada vez más evidente y la familia.