Abandonado en su nacimiento a las puertas del Convento de los Capuchinos, Ambrosio (Vincent Cassel) es educado por los Hermanos. Se convierte en un predicador admirado por su fervor y temido por su intransigencia. Se considera libre de las tentaciones y pecados de los hombres. La llegada de un misterioso novicio removerá sus certezas y le llevará por el camino del pecado.